Nuevo Mazda CX-60, un SUV híbrido enchufable de 327 CV y más de 60 km de autonomía eléctrica

2022-05-28 09:38:19 By : Ms. Kat Ding

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El CX-60 es más ágil de lo que parece y ofrece un tacto preciso de conducción 

Mazda nos citó en Cascais (Portugal) para darnos todos los detalles del primer modelo híbrido enchufable de la marca japonesa. Y también para poder conducirlo. Más grande y lujoso que un CX-5, el nuevo CX-60 pretende ser una referencia en refinamiento y en tecnología, un auténtico desafío a los fabricantes alemanes.

Creado y fabricado en Japón, es el modelo más grande de Mazda con sus 4,7 metros de longitud. Está desarrollado sobre una nueva plataforma que la firma nipona va a destinar a sus automóviles de mayor tamaño. Tiene un aspecto robusto, en el que destaca un capó alargado y unos laterales sin pliegues.

En cualquier caso, se trata de un diseño reconocible, en la línea de lo que Mazda nos está ofreciendo últimamente. Muy japonés, podríamos decir, con una parte frontal con una parrilla muy ancha y unos faros rasgados con tecnología LED de serie.

El CX-60 es el SUV más grande de la marca, con una longitud de 4,7 metros 

Resulta un SUV atractivo, bien proporcionado, y a primera vista ya se percibe más grande y voluminoso que un CX-5. Además de su longitud, generosa, mide 1,89 metros de ancho y 1,68 de alto. Y esta nueva plataforma permite un habitáculo espacioso y francamente cómodo.

Mazda tiene la intención, y así nos lo expresaron, de que el CX-60 compita con automóviles como los Audi Q5, BMW X3, Mercedes GLC o Volvo NX. Tal vez por ello, para dar un buen golpe de efecto, el primer CX-60 que llega a nuestro mercado es un híbrido enchufable de 327 CV (e-Skyactiv PHEV) con tracción total.

Mazda utiliza un motor 2.5 de gasolina de cuatro cilindros de 191 CV de potencia. Esa es la base para acoplarlo a otro motor eléctrico de 175 CV con una potencia combinada de 327 CV y, más destacable si cabe, un par de 500 Nm. Las prestaciones son muy buenas, tal como pudimos comprobar: 200 km/h de velocidad punta y una aceleración excelente de solo 5,8 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado.

Una demostración del compromiso de Mazda con la movilidad sostenible 

La batería es de 17,8 kWh y permite una autonomía eléctrica, en homologación WLTP, de unos 63 km. Una cifra realmente buena, sin duda. Y con cuatro horas podremos recargarla al 100%. O 2 horas y 20 minutos si el cargador es de 7,2 kW.

La versión que ya está a la venta, aunque tardará unos meses en llegar a sus propietarios, incorpora un sistema de tracción total permanente que la marca ha bautizado como i-Activ AWD. Este sistema electrónico es capaz de repartir de forma inteligente la potencia entre los dos ejes. Remata el conjunto un cambio automático de 8 velocidades, de los de verdad, de convertidor de par, de suave y precisa gestión. Otro acierto.

En carretera lo primero que llama la atención es su agilidad. No parece nunca un coche que supera con creces las 2 toneladas. Ayuda mucha la dirección asistida eléctrica, precisa y con un toque deportivo.

Mazda anuncia un consumo homologado WLTP de solo 1,5 litros 

El motor responde muy bien a las solicitudes del acelerador, especialmente con el modo Sport de conducción. Y nos acompaña un sonido de motor realmente agradable y nunca molesto.

Ahora bien, con el modo Normal, y conduciendo con suavidad, todo trascurre plácidamente. Si no superamos los 100 km/h, podremos recorrer más de 50 km en modo prácticamente 100% eléctrico. Con silencio y mucho refinamiento.

Incorpora, asimismo, la tecnología Kinematic Posture Control que consiste en frenar ligeramente la rueda trasera interior de la curva para reducir el balanceo del coche. En suma, para que sea más cómodo.

Una vez en el puesto de conducción llama la atención el buen diseño del habitáculo. Algo minimalista, pero con una ergonomía muy cuidada, como demuestra la ubicación del cambio y la rueda HMI del sistema de infoentretenimiento.

Está muy bien acabado y con cuenta con materiales de calidad para competir con Audi o BMW 

La posición al volante es muy buena, con un nuevo sistema de personalización que reconoce al conductor y ajusta automáticamente el asiento, la altura del volante, los retrovisores y la pantalla de información Head Up Display. Basta con introducir previamente la altura del conductor y que el sistema monitorice la posición de los ojos. Destacan también las dos pantallas de 12,3 pulgadas y toda la conectividad imaginable gracias a la aplicación MyMazda.

Por otro lado, el paquete de ayudas a la conducción i-Activesense incluye un control de crucero adaptativo, frenada automática en ciudad y detección de peatones con cámara delantera, alerta de cambio involuntario de carril con asistencia a la dirección, alerta de tráfico cruzado trasero o See-Through View, que muestra las esquinas del coche en la pantalla. Ideal para maniobras delicadas en calles o aparcamientos estrechos.

Mazda ofrece los acabados Prime-Line (50.268 €), Exclusive-Line (51.818 €), Homura (57.018 €) y Takumi (61.868 €). El equipamiento de serie incluye faros LED, llantas de 18 pulgadas, las pantallas digitales de 12,3 pulgadas, sistema de navegación y Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos.

Motor: 4 cil. Gasolina+eléctrico Potencia máxima: 327 CV a 6.000 rpm Cambio: Auto 8 vel. Velocidad máxima: 200 km/h Aceleración 0-100 km/h: 5,8 segundos Consumo combinado: 1,5 litros (WLTP) Emisiones de CO2: 33 g/km (WLTP) Etiqueta DGT: 0 Emisiones  Largo/ancho/alto: 474/189/168 cm Peso: 2.072 kg Maletero: 570 litros Depósito: 50 litros Garantía: 3 años sin límite km  Precio 50.268 € mazda.es

Espacio y comodidad para los pasajeros traseros y un maletero de 570 litros de capacidad 

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